¿QUÉ DEBEMOS HACER ENTONCES?
Cada persona tiene sus inclinaciones en la
vida, cosas que mas les gusta. Y como sobre gustos no hay nada escrito, éstos
son interminables en su variedad.
Pero algunas personas son apasionadas en
como enfatizan sus pareceres, pareciera que viven para ello. Predican su
mensaje como el todo de la vida, hacen tal énfasis en lo suyo que no interesa
otro tema. Esto es el todo, esto es lo único que importa.
Pero resulta que nos encontramos con otra
persona cuyo tema es diferente, y ese otro tema es lo único que importa y
debiera interesarnos. Así luego surge otro y otro y aún otro.
Pobre de aquel que debe oír tantos énfasis,
no le alcanza el tiempo para ocuparse de todo lo que le dicen que debiera
ocuparse. ¿Qué debo hacer? Entonces alguien le dice: Hay que tener prioridades,
y otro comienza a descargar toda una lista de cuales son las primeras cosas que
cada ciudadano debe hacer. Resulta que ahora, además de un montón de cosas hay
que pensar cuales son prioridad. Seguro que todo esto está muy bien. Pero ¿Qué
debemos hacer aquí y ahora?.
Que me perdone el lector, pero aquí viene
otra sugerencia, y espero no sea condicionante como las demás: ¡No haga nada!.
Si, así de simple, no haga nada. Piense un poco en la naturaleza. Observe esos
yuyos que crecen en su vereda ¿Qué hacen ellos? Nada, solo están allí. Bueno,
algo hacen: Crecen pura y exclusivamente para darle trabajo a usted. ¿Cómo?
¿Resulta que ahora también los yuyos me tienen sometido? Bueno deje de observar
a los yuyos y mire esos perros que ladran tras un auto que pasa. ¡Que ocupación
mas inútil, que gasto de energía irracional! Y usted dirá: ¿Que me importa a mí
el motivo por el cual los perros ladran a los autos? ¿De eso me tengo que
ocupar ahora?
Sopórteme otra cosita y le prometo dejarlo en paz. Levante su
cabeza y mire esas nubes que se desplazan en el cielo transportando agua en
forma de vapor. ¿Y que tiene esto que ver conmigo? Puede agregar usted.
Los yuyos, los perros y las nubes no hacen
cualquier cosa que los demás les quieren imponer. Todos ellos primero son y
luego hacen algo, como el resultado de lo que son. Los yuyos crecen, los
perros ladran, las nubes trasportan agua en forma de vapor. Todos estos hacen
lo suyo y no se preocupan por otras cosas. Es mas, no pueden hacer otras cosas
y a la vez no pueden dejar de hacer lo suyo. ¿Le dice algo esto?
Si, descubra que es lo suyo, todo aquello
que sabe, puede y le agrada hacer con entusiasmo y hágalo. Y una cosita mas, no
se lo quiera imponer a otros como si fuera lo único que debe hacerse.
Si es usted un gato no se amargue porque no
le gusta nadar en el río; y siendo perro ladre con gusto a todos los autos que
pasan.
Hay de todo en la viña del Señor, pero
asegúrese de pertenecer a esa viña.